El examen del Buen Ciudadano Canino: origen y utilidad

Buen Ciudadano Canino
El examen del Buen Ciudadano Canino requiere adiestrar a tu perro para conseguir su aprobación

Si tenés un perro quizás hayas escuchado alguna vez, en algún lado, sobre el Examen del Buen Ciudadano Canino (Canine Good Citizen, CGC). Este programa, creado por el American Kennel Club (AKC) en 1989, tiene como objetivo promover la responsabilidad de los dueños de perros y la socialización de sus canes. En este artículo, exploraremos en qué consiste el examen del Buen Ciudadano Canino, su origen y su utilidad en la formación y desarrollo de perros bien educados.

Origen del examen del Buen Ciudadano Canino

El programa CGC se originó en los Estados Unidos en respuesta a la necesidad de promover comportamientos adecuados en los perros y sus propietarios. La AKC, una de las principales organizaciones caninas del país, creó el CGC con la intención de fomentar la responsabilidad y el respeto hacia los demás en la interacción con los perros. Desde entonces, el programa se ha expandido y se ha convertido en un estándar internacionalmente reconocido para medir el comportamiento de los perros.

¿En qué consiste?

El examen del Buen Ciudadano Canino es una evaluación que evalúa la obediencia y el comportamiento de los perros en diversas situaciones. El examen consta de diez pruebas diseñadas para demostrar que un perro es un miembro respetuoso de la comunidad. A continuación, se detallan las pruebas comunes que se incluyen en el examen:

Aceptación amistosa de un extraño: El perro debe permitir que un desconocido se le acerque y acaricie sin mostrar agresión ni miedo excesivo.

Sentarse educadamente para acariciar: El perro debe sentarse cuando se le acaricia y no saltar sobre las personas.

Aparición en público: El perro debe comportarse con calma y cortesía mientras se pasea entre la gente y otros perros.

Comportamiento alrededor de otros perros: El perro debe convivir pacíficamente con otros perros, sin mostrar agresión ni excesiva excitación.

Comandos básicos: El perro debe responder adecuadamente a comandos como “sentado”, “quieto” y “venir” con su dueño.

Caminata relajada con correa: El perro debe caminar junto a su dueño sin tirar de la correa.

Caminata relajada a través de un grupo de personas: El perro debe caminar de manera tranquila a través de un grupo de personas sin mostrarse nervioso o agresivo.

Comportamiento de quedarse solo: El perro debe quedarse solo durante tres minutos sin mostrarse ansioso.

Comportamiento ante ruidos inusuales: El perro debe mantener la calma ante ruidos como sirenas, bocinas de automóviles y otros sonidos inusuales.

Supervisión y cuidado del dueño: El dueño debe demostrar que es capaz de cuidar adecuadamente al perro, incluyendo la alimentación y atención médica.

Utilidad del examen del Buen Ciudadano Canino

El CGC es una herramienta valiosa para los dueños de perros y la comunidad en general. Algunos de los beneficios clave incluyen:

Seguridad en espacios públicos: Los perros bien educados son menos propensos a representar un peligro para otras personas y mascotas.

Mejor comunicación: El CGC fomenta la comprensión entre los dueños y perros, fortaleciendo el vínculo entre ellos.

Sociabilización: Ayuda a los perros a adaptarse a diferentes entornos y situaciones, lo que reduce el estrés y la ansiedad en ellos.

Acceso a lugares públicos: En algunos países algunos lugares y establecimientos permiten el acceso a perros que han obtenido la certificación CGC.

En conclusión, el Examen del Buen Ciudadano Canino es una herramienta valiosa para la formación y el desarrollo de perros bien educados. Promueve la responsabilidad del dueño y la seguridad en la comunidad, al tiempo que fortalece la relación entre las personas y sus compañeros caninos. Si aún no has considerado el CGC para tu perro, podría ser el momento de explorar esta oportunidad para brindarle a tu perro una educación sólida y un lugar bien merecido en la comunidad.

Loading

También puede gustarle...