Agility
El agility es un deporte canino que consiste en un circuito de obstáculos que un perro, guiado por su dueño o guía, debe superar en el menor tiempo posible sin cometer faltas. Los obstáculos típicos en un curso de agility incluyen saltos, túneles, pasarelas, slaloms, neumáticos y otros desafíos. Estos obstáculos ponen a prueba la agilidad, velocidad, coordinación y obediencia del perro.
El agility es una actividad que combina la diversión y la competencia, y se basa en la cooperación entre el perro y su guía. El guía debe orientar al perro a través del recorrido. Ésto debe hacerlo proporcionando comandos verbales y señales físicas para que el perro supere cada obstáculo de manera efectiva y en el orden correcto.
El origen preciso del agility canino no es fácil de determinar, ya que ha evolucionado a lo largo del tiempo y ha sido influenciado por diversas disciplinas y competencias relacionadas con los perros. Se considera que el agility moderno se desarrolló en la década de 1970 en el Reino Unido, pero su popularización y estandarización se produjeron en las décadas siguientes.
A medida que el agility creció en popularidad, se establecieron reglas y estándares internacionales para la competencia, y se formaron organizaciones dedicadas a la promoción y regulación de este deporte en todo el mundo. El agility canino ha evolucionado para incluir diversas categorías según el tamaño y la experiencia de los perros, lo que permite la participación de una amplia gama de razas y niveles de habilidad.
En resumen, el agility canino es un deporte que combina la habilidad de los perros y la dirección de sus guías para superar un circuito de obstáculos en el menor tiempo posible. Se originó en las últimas décadas del siglo XX, con un desarrollo y estandarización posteriores a nivel internacional.